lunes, 30 de diciembre de 2013

Happy new year 1968¡

31/12/1967

Sólo quedan horas para despedir 1967 y darle la bienvenida a este 1968. En este nuevo año viviremos nuevas experiencias y nuevas sensaciones. Atrás dejamos un año donde han habido demasiados cambios. Lejos de mejorar el conflicto en Vietnam, en 1968 será todavía peor. Pero eso..¿quien lo sabe? La historia hay que vivirla día a día.

Feliz Año 1968 amigos.



miércoles, 25 de diciembre de 2013

Merry Christmas 1967¡

25/12/1967

viernes, 20 de diciembre de 2013

¿Donde está Travis?

20/12/1967

viernes, 13 de diciembre de 2013

Zona de Charly.

13/11/1967

Estábamos en peligro, las últimas horas, han sido devastadoras. El Vietcong no quiere que nos quedemos con parte de su territorio. Este es un punto estratégico donde se puede controlar parte del Valle. Nuestra intención es de montar aquí una pequeña base pero la cosa va bastante lenta. La actividad militar en la zona es intensa y parece que el ejercito del Norte ha cogido la medida a los helicópteros. En menos de 2 semanas que llevamos aquí al menos han derribado 3 unidades. Estas unidades llevaban material para establecer bases así como alimentos y armamento.

Si hoy no nos abastecen rápido, mañana puede que no amanezcamos vivos. Nos hemos pasado la mayor parte del tiempo vigilando y haciendo trincheras. Moviendo sacos de arena de un lado a otro para protegernos. El clima ayuda poco. Cuando no llueve intensamente hace un calor húmedo que aunque no estés haciendo nada sudas como si estuvieras corriendo una maratón. Estamos cansados ya que el vietcong aprovecha la noche para intensificar los ataques.

Es ya tarde, aproximadamente las 11 pm. Como nos temíamos el apoyo logístico no vendrá hasta mañana temprano. En esta pequeña base nos encontramos 23 marines algo menos de la mitad novatos. Al mando un joven Sargento llamado Miller, de Nueva Jersey aunque no lo parece, se ha quitado los galones para no ser acribillado el primero ya que Charly dispara primero a los oficiales con galones. Apenas lleva aquí 4 meses. No tiene mucha experiencia ya que el mayor tiempo ha estado en administración en Pleiku. 

No podemos ni queremos dormir, Charly está al acecho. Todos estamos metidos en las trincheras asustados, nerviosos, ansiosos... pero no todos están en ese estado por la llegada del Vietcong, si no porque se han fumado hasta el último gramo de hierba que les quedaba. Muchos son fumadores habituales, la hierba aquí es muy buena y bastante más barata, incluso a veces gratis.

Como nos temíamos el Vietcong está aquí, los primeros cuerpos saltan por los aires al ser presas fáciles de las minas enterradas en el suelo. Esto no les amilana, y lejos de retirarse comienza un intenso intercambio de fuego. Bonita noche para los fuegos artificiales, pero no, no estamos en el 4 de julio. Esto es una jodida guerra. Vacié 2 cargadores en menos de lo que canta un gallo. Charly viene con todo lo que tiene a por lo que es suyo. Aparecían por todos partes, poco a poco nos ganaban terreno. Miller se dio cuenta de que esto no marchaba como las últimas veces, eran más y mejor armados. Intentó llamar a Pleiku para pedir ayuda. Imposible el radio teléfono estaba fuera de servicio, a George Daring le habían volado la tapa de los sesos y la radio no funcionaba.

Ahora era el turno para los lanzagranadas del Charly, tan devastadores como efectivos. Destruyeron en menos de 10 minutos lo que nosotros habíamos construido. Dios mío ahora si que ha llegado nuestro final...Esto era un salvase quien pueda. Estar en la base no era factible, teníamos que huir o morir. Agazapado detrás de lo que antes era una trinchera, lancé mis últimas 3 granadas, dieran a lo que dieran. -¡No te quedes aquí, corre, corre¡ me dijo un moribundo Rojas. No sabía que hacer, tenía que ayudar a mis compañeros, pero era imposible acercarse. Vi correr a 3 de mis compañeros en dirección al bosque.

Esta era la mía tenía que salir corriendo o moriría aquí mismo. El sonido era ensordecedor, el cielo se iluminaba y se apagaba, corría y corría, de pronto un estruendo cayó cerca de mi, me levantó por los aires y caí al suelo......

Oh Dios mío, ¿es este mi fin?






miércoles, 4 de diciembre de 2013

Valle de Le Drang.

04/12/1967

En los últimos días se ha detectado mucha actividad norvietnamita en el valle de le Drang. Un valle en el que hace 2 años ya hubo bastantes conflictos con el Vietcong. Pues parece ser que ahora podría volver a repetirse la historia. El conflicto en esta ocasión está en Ia Púch, a unos 30 km del valle. Allí un grupo de 9 marines, están intentando construir una especie de base para controlar parte del valle. Por desgracia el Vietcong no lo pondrá fácil, para ello ha empezado una guerrilla que puede ir a más.

Camino a La Drang, mi nerviosismo es máximo. De nuevo estamos en el aire, sin saber lo que ocurrirá. El artillero que está a mi derecha se muestra bastante exaltado ya que acaba de realizar un viaje por esa zona. El Vietcong está muy activo, lleva 3 semanas no cediendo ni un palmo de su territorio, dijo Max Trew un veterano de esta guerra que ahora hace funciones de artillero.

Estamos cerca de la zona del conflicto una columna de humo nos avisa de donde están nuestros compañeros. La cosa se pone fea, el momento de descender es cuando más peligro corremos. El helicóptero inicia el descenso. El vietcong no lo pone fácil. Trew empezó a disparar de manera insistente. Oía como los proyectiles impactaban sobre el helicóptero. En un momento determinado Trew es herido en el brazo, pierde el equilibrio y cae al vacío. Los 6 marines que estábamos dentro nos agachamos e intentamos disparar. No podía ver nada, no podía disparar a ningún objetivo.

Roimwer le gritó al piloto que descendiera de una jodida vez. Era muy fácil decirlo estábamos metidos en medio de una guerrilla y no era fácil manejar el helicóptero. Por fin descendió. Al salir busqué un sitio donde resguardarme, al mismo tiempo escuché una explosión tremenda. Era otro helicóptero, había sido alcanzado y se había estrellado con 7 marines abordo. ¡Dios mio que desastre!

De los 3 helicópteros que fuimos en ayuda de nuestros compañeros sólo quedábamos 2. No podíamos hacer nada por el helicóptero estrellado. Se me acumulaba el trabajo a mi y a mis compañeros. No podíamos apagar el fuego y protegernos a la vez. Tenía que estar pendiente de mí e intentar que no me mataran. 

El vietcong al igual que nosotros estaban tumbados en el suelo. Se me ocurrió en un momento determinado tirar una granada. Nunca había tirado una, salvo en el entrenamiento básico. Tiré de la anilla y.... que sea lo que Dios quiera. Al hacer explosión vi trozos de partes del cuerpo que saltaban por los aires. Otra granada fue lanzada por uno de mis compañeros y volvió hacer diana. El intercambio de disparos era constante. 

El teniente que tenía que estar al mando estaba muerto en aquel helicóptero envuelto en llamas. Nuestra única misión era sobrevivir. Al cabo de hora y media los disparos por parte del Vietcong empezaron a disminuir, señal de que se estaban retirando. Llegó el punto en el que fuego cesó. Tras unos interminables 15 minutos salimos a comprobar que no quedaba ningún Vietcong por la zona.

Todo estaba en calma. Tanto los cadáveres del Vietcong como de nuestros compañeros yacían en el suelo. 10 minutos después vinieron 2 helicópteros médicos con más refuerzos.

De los 9 marines que inicialmente estaban en la base sólo han sobrevivido 2 y de los 3 helicópteros que inicialmente se dirigieron hacia Ia Púch uno de ellos fue abatido con 7 marines abordo muertos incluido el Teniente Kuminger, aparte del artillero Trew que viajaba en el mismo helicóptero que yo. Las bajas vietnamitas fueron 17.

Esta vez habíamos ganado algo más de terreno a costa de 16 compañeros muertos, un precio muy alto incluso en esta guerra.

El Vietcong no dejará que nos quedemos aquí por mucho tiempo así que habrá que reforzar la zona, pero eso será mañana.




viernes, 22 de noviembre de 2013

4º Aniversario.

22/11/1967

Tal día como hoy, hace 4 años se produjo un momento histórico en Estados Unidos. El asesinato de John F. Kennedy a manos de un francotirador en Dallas. Todavía hoy no está clara su muerte. Yo tenía 15 años cuando ocurrió. Me acuerdo que estaba intentando cambiar una rueda de un viejo Chevrolet cuando mi padre me llamó para que entrara. Al entrar en casa vi a toda mi familia pegada al televisor. Habían dado una noticia terrible. El asesinato del Presidente de los Estados Unidos. ¿pero como podían asesinar a un Presidente con la cantidad de seguridad que lleva? Era una cosa que no me cabía en la cabeza.

Mi opinión personal sobre el Presidente Kennedy no era ni buena ni mala. Con 15 años no tenía opiniones políticas. Aunque según mi padre con la llegada de Kennedy al poder había mas trabajo. También intentó que todos los americanos de color tuvieran los mismos derechos que los blancos. 
En lo que a mi me concierne, actualmente estoy en una guerra en la cual él fue uno de los impulsores y continuadores. Aunque si él estuviera vivo puede ser que no hubiera tenido que ir a la guerra ya que en 1963 planeaba ir retirando tropas de Vietnam.
Eso nunca se sabrá.

Aquí, en Fort Holloway hemos rendido honores al Presidente Kennedy en este fatídico día que será recordado para siempre. 

jueves, 14 de noviembre de 2013

Túnel.

14/11/1967

Tras la muerte de De Rico el Teniente Brastow ordenó desmontar y saquear el poblado de Chung dang ya hasta encontrar al culpable. Ahora era algo personal, los interrogatorios serían más duros y las acciones para conseguir información serían más duras. Has el pueblo se trasladaron 2 helicópteros más uno de ellos medicalizado para trasladar el cuerpo de nuestro compañero muerto en acción.

De Rico un joven como yo de 19 años, nació en un barrio marginal de Los Ángeles, de origen hispano, fue voluntario a Vietnam. Apenas llevaba 2 meses aquí y ha sido por sorpresa donde le ha sorprendido la muerte.

La delgada línea que separa la vida de la muerte en esta ocasión ha sido demasiada delgada. Si el francotirador me hubiera apuntado a mí, hubiera muerto al instante. Esto es como una ruleta rusa, te puede tocar a ti.

Gracias al apoyo de otros 7 marines (uno de ellos traductor) que vinieron en otro helicóptero hicimos de Chun dang ya un bunker, donde nadie podía entrar ni salir sin que nosotros lo supiéramos. Apresamos a todos los hombres de entre 15 y 50 años,. Las mujeres tampoco se salvaron de ser apresadas. Aproximadamente contamos unos 93 hombres y 121 mujeres. Quedaron excluidos los hombres y mujeres de edad avanzada y los niños.

Tras 5 horas de interrogatorios, los vietnamitas no sabían ni conocían de ningún vietcong. No tenían ni idea de quien había disparado a De Rico. El tiempo apremiaba y no habíamos conseguido una jodida mierda. La única solución posible dijo Brastow era pegarles un tiro a cada uno por encubridores.

Pero por fin la búsqueda dio resultados. En una chabola semiderruida, encontramos en una de las habitaciones una especie de trampilla diminuta. Al levantarla se podía observar un túnel. En aquel túnel sólo podía entrar una persona de constitución reducida, como los vietnamitas.

Ahora solo teníamos que averiguar de quien era esa chabola y la respuesta sería fácil ya que pudimos identificar los dueños de las chabolas al expulsarlos y apresarlos. Aquella chabola pertenecía a un vietnamita con un nombre impronunciable de unos 42 años. Él no quería colaborar y nosotros no estábamos para tonterías. El traductor le preguntó en 3 ocasiones donde llevaba ese túnel a lo que el vietnamita se negó a responder.

En un acto de furia dos marines cogieron al apresado y lo llevaron dentro de la chabola, llenaron una especie de pileta con agua y en presencia de del Teniente Brastow y el traductor le volvieron a preguntar donde llevaba el túnel. Otra negativa fue la que respondió el Vietnamita. Ferrys un veterano, cogió al apresado de la cabeza y lo sumergió en el agua durante 10 segundos. Cogió aire y le volvió a sumergir la cabeza, esta vez durante 20 segundos. El vietnamita,totalmente asfixiado  y llorando, empezó hablar con el traductor y le dijo que era un túnel utilizado por el Vietcong que llevaba a una base subterránea a las afueras de Chu dang ya. 

Ya sabíamos de donde había salido el francotirador. Aquel túnel era una fuente de información muy valiosa. En cuanto al prisionero... bueno digamos que no supimos más de él. 



 



viernes, 8 de noviembre de 2013

Búsqueda y encuentro.

08/11/1967

Es tarde, muy tarde. El incidente con aquella campesina nos hizo perder mucho tiempo. Brastow, nuestro Teniente que hoy está al mando muestra su nerviosismo. Ha recibido presiones para que encuentre al Vietcong ¡quieren resultados cueste lo que cueste. Puede ser que esta ocasión paguen justos por pecadores. Sigo con mis dudas de como se puede diferenciar a un campesino de un rebelde vietnamita.


Cuando estábamos a punto de llegar a Chu dang ya hubo un poco de revuelo. Los niños vietnamitas corrían hacia dentro del poblado. Algo que podría ser sospechoso. El Teniente Brastow ordenó que aligeráramos la marcha. Estamos dentro de aquella especie de pueblo con casas hechas de madera y paja. Habían bastantes personas mayores, algunas nos decían cosas. En esta ocasión no llevamos traductor. Tendremos que hacernos entender a base de signos y con la palabra clave y universal "Vietcong".

Hay como unas 25 o 30 chabolas de madera y paja. Nuestra misión es registrarlas todas en busca de cualquier indicio que nos pudiera conducir al Vietcong. Nos dividimos en grupos de cuatro para registrar las chabolas. Teníamos prisa, rápidamente nos metimos en una, con cuidado abrimos la puerta de una chabola. Yo entré primero. Una abuela sin dientes y aparentemente cabreada se dirigió hacia a mi diciéndome cosas en vietnamita que yo no entendía. Como no le hacia ni caso empezó a darme puñetazos, intenté apartarla de mi pero ni por esas. De una habitación salió una mujer, supongo que sería su hija. Esta intentó apartarla de nosotros. 

De rico y yo empezamos a remover cosas, abrir cajones, buscar por las habitaciones. Mientras nuestro compañero Miller que era veterano, empezó a preguntar a las mujeres por el Vietcong. La abuela se enfuerecia mas y mas, no paraba de gritar.¡Cállate abuela! gritaba Miller.  Ross que también era veterano se puso nervioso y le pegó con la culata del rifle en la cara de aquella señora. Cayó redonda al suelo, sangrando abundantemente. La otra mujer empezó a recriminar la acción a Ross, este la empujó y la tiró al suelo.

Seguimos registrando la casa sin éxito. Salimos al exterior, habían algunos niños jugando en la calle totalmente ajenos a lo que se estaba produciendo. Nos tomamos un descanso, De Rico sacó un paquete de cigarros, me ofreció uno, yo se lo cogí, me lo metí en la boca y lo encendí. De Rico hizo lo propio con su cigarro cuando terminó de darle la primera calada escuché un sonido como si fuera un látigo. Era un disparo, la sangre me salpicaba. Giré la cabeza y vi como caía al suelo De Rico con un disparo en el cuello.

¡Dios mío! grité, De Rico empezaba a desangrarse, salía sangre a borbotones yo intentaba taponarle la herida pero era imposible no paraba de sangrar. La sangre inundaba todo su uniforme y mis manos. Miller y Ross fueron en nuestra ayuda. De Rico empezó a murmurar y a decir cosas inconexas, nada pude hacer por él, murió a los pocos minutos. Los otros 16 marines vinieron rápidamente. ¡Que mierda ha pasado! dijo el Teniente Brastow. Esto ha sido un francotirador dijo otro compañero.

Fuera lo que fuera había visto en directo y en primera persona como moría un compañero mio en mis manos. Esto me marcará para toda la vida.



jueves, 31 de octubre de 2013

El incidente.

31/10/1967

El incidente que tuvimos el otro día no fue más que una advertencia de lo que nos puede pasar. Es bastante difícil mantener la calma en estos momentos. La vida pasa por delante tuya en un segundo. Ese segundo es el que marca si estás vivo o muerto.

Hace tiempo que no sé nada de mis amigos que vinieron conmigo desde Ogden. Están en otra compañía, lejos de la mía, dos días después de llegar aquí nos separaron. Quizás los mandos, no sepan que Cameron y yo somos familia, pero de momento no nos han separado. La verdad es que desde que llegamos al campamento no hemos parado. Todavía no hemos tenido ningún día libre, y parece ser que eso tardará en llegar.

En esta ocasión tenemos otra nueva misión que es la de buscar al Vietcong donde quiera que se encuentre. Y para ello nos reunieron en la explanada, cerca de donde se encuentran los helicópteros para explicarnos en que consiste la misión de hoy.

Parece ser que como la vez anterior hay actividad del Vietcong en poblados. Se esconden entre los campesinos. Incluso los propios miembros del movimiento Vietcong obligan a estos campesinos a ser alistados bajo amenazas y torturas.

Pero mi pregunta es ¿como vamos a diferenciar los campesinos del Vietcong? La respuesta es interrogar y observar. Por una parte estos campesinos tienen al Vietcong detrás amenazando y a nosotros los Americanos interrogando. Muchas veces confundir a un campesino por un Vietcong es algo habitual.

Los helicópteros están preparados para partir, todos estamos dispuestos. Nuestro nuevo destino es Chu dang ya. El viaje fue corto apenas duró 15 minutos. Mientras sobrevolábamos la provincia de Gia lay no hubo actividad hostil. El descenso lo hicimos sin problemas. Al aterrizar un grupo de 20 marines entre ellos yo, nos dirigimos hasta Chu dang ya. Al salir de la espesa maleza había un camino de tierra y como a 1 km se veía el pueblo. 10 marines por una lado de la carretera y otros 10 por el otro, en fila. Chu dang ya, había sido reconocido hacía 6 meses y no se encontró actividad enemiga.

Al llevar como unos 10 minutos andando, de lejos vimos como se acercaba corriendo una mujer aproximadamente de unos 20 o 25 años. Parecía gritar algo y a la vez estaba llorando. Todos nos pusimos en alerta, nunca se sabe lo que puede pasar. El teniente Brastow gritó a la chica que se parase. Aquella chica no tenía la intención de parar, gritaba y lloraba. No entendía nuestro idioma. Esta situación tenía mala pinta podía transportar una granada o algún explosivo. 

A primera vista parecía que no transportaba nada. La orden del Teniente Brastow fue la de apuntar a la chica con la intención de que se parara. No se paraba, todos le decíamos que se detuviese pero no entendía nada. De pronto el Teniente disparó su rifle dándole de lleno en la cabeza. La chica cayó desplomada al suelo."No he tenido más remedio, vosotros lo habéis visto no? no he tenido más remedio" decía Brastow mientras se acercaba al cuerpo sin vida de aquella chica.

Al acercarnos a ella comprobamos que no llevaba ningún explosivo, sólo era una simple campesina. Después de 10 minutos, cogimos el cuerpo de aquella chica y lo tiramos al río. Aquella imagen del cadáver de la chica vajando por el río me impactó. Los chicos que estaban junto a mi menos Cameron y De Rico que éramos los novatos, se habían acostumbrado peligrosamente a estos tipos de ejecución. 

Se hacía rara la situación y muchas dudas nos asaltaban. ¿Por qué corría hacia nosotros esa chica? ¿Que trataba de decirnos?  Las respuestas las encontraremos 
ahí adelante, en Chu dang ya.



viernes, 25 de octubre de 2013

Primer contacto.

25/10/1967

Es miércoles por la mañana. Todos estamos montados en los helicópteros para partir. El sol empieza a aparecer por el horizonte. Sólo quedan unos minutos para partir hacia Hòa Phú a unos 25 km de la base. Nuestra misión será la de reconocer el lugar e identificar y buscar al Vietcong una tarea que no será nada fácil. Parece ser que han recibido información de que algunos guerrilleros se encuentran escondidos en el pueblo.

El helicóptero se eleva, rápidamente coge altura, un cosquilleo me recorre todo el cuerpo. En frente de mí mi primo Cameron, haciéndome el símbolo de la victoria con sus manos. Parece feliz y muy seguro de sí mismo. No como yo, que voy bastante asustado, aunque intento no aparentarlo. 

En el mismo helicóptero que nosotros, viajaban el Sargento Maxwell 3 novatos entre ellos yo y 3 o 4 soldados veteranos, uno de ellos el que se sentaba a mi lado, Thomas Perkins notó mi nerviosismo al instante. Miró mi nombre en mi uniforme y me dijo: -eh Mclearn, ¿es tu primera misión? a lo que yo contesté: si, ¿tanto se nota? Perkins empezó a reírse tímidamente, pegó una calada a un cigarro y me dijo: reconocería a un novato con los ojos vendados, pero tranquilo, así estaba yo también hace 9 meses, es normal, todo es acostumbrarse.

Cuando estábamos apunto de aterrizar, el piloto recibió una orden de cambiar el rumbo e ir a Chu Pah a unos 13 km de Hòa Phú, donde un grupo de unos 16 marines estaban en peligro. Habían sido atacados por el vietcong en una emboscada y habían bajas. De los 5 helicópteros que salieron de Camp Holloway, fuimos desviados a nuestro nuevo destino.

Tardamos 10 minutos en llegar, desde el aire veíamos la lucha que se estaba produciendo contra el Vietcong. Era un sitio con una espesa vegetación, el soldado que estaba en la ametralladora empezó a disparar. El helicóptero empezó a descender, de repente nos empezaron a disparar, yo no sabía que hacer, nos agachamos, el sonido de la ametralladora era ensordecedor, notaba como las balas impactaban en el helicóptero, creía que nos íbamos a estrellar, ¡baja ya! gritaban todos. 

Por fin tocamos suelo, ¡fuera, fuera¡ gritó el Sargento Maxwell, pude observar como mi primo Cameron salió el primero del helicóptero, yo estaba totalmente paralizado, tras unos segundos salí del aparato corriendo detrás de mis compañeros, se escuchaban disparos por todos lados. Tras correr como unos 10 metros alguien gritó:-¡ al suelo, al suelo! 



Desde el suelo no veía una mierda, estaba todo lleno de vegetación que me llegaba hasta la cintura. Vi como una gran roca a mi derecha donde había como un claro, me propuse llegar hasta allí. Los disparos no cesaban, en un momento de valentía me incorporé y conseguí llegar hasta aquella roca. Me parapeté detrás de ella. Desde esa posición si que podía divisar a aquellos enanos vietnamitas. Disparé contra uno de ellos pero el resultado fue infructuoso. La roca recibía impactos de bala continuamente.

 Escuchaba gritos de auxilio por parte de mis compañeros, pero no podía ni asomar el casco. Así estuve como 5 minutos hasta que poco a poco cesaron los disparos. Me incorporé, el combate había finalizado, busqué a Cameron, no lo veía, empezaba a ponerme nervioso, hasta que por fin apareció sano y salvo. No podía decir lo mismo de alguno de mis compañeros. Tumbados en el suelo con impactos de bala por todo el cuerpo algunos tenían balazos en la cara, otros tenían desmembrados partes del cuerpo. La impresión fue tal que tuve que vomitar. Eran chicos de nuestra edad cuyos cuerpos estaban ahí tirados en el suelo, muertos. ¡Dios mio que masacre! 

Los cuerpos muertos de los vietnamitas no estaban mejor, tenían impactos de bala en la cabeza y tórax. También pude observar los miembros desmembrados de aquella gente por el suelo. De los 16 marines que fueron atacados murieron 9 y 4 heridos, no pudimos hacer nada por ellos, fue un autentico desastre. 


Por suerte los que íbamos en los 3 helicópteros no sufrimos ninguna baja. Los vietnamitas alcazaron la cifra de 7 muertos y 3 heridos. Estos 3 heridos vietnamitas fueron ejecutados horas después tras no poderles sacar información.

Así es la guerra. 
   


viernes, 18 de octubre de 2013

A la mañana siguiente.

18/10/1967

Eran casi las 5 de la mañana cuando un ruido atronador sonó cerca de nuestro barracón. Rápidamente sonó la alarma y todos salimos fuera. A unos 200 metros nos encontramos con una bola de fuego. ¡Hay que apagar el fuego, rápido! muchos de nosotros cogimos lo que teníamos a mano para apagar aquella bola de fuego que no sabiamos bien que era. Seguidamente dos camiones cisterna vinieron de manera inmediata a apagar el fuego. Nos dijeron que nos apartáramos que podía explotar. Pero explotar ¿el que?. Poco a poco se iba despejando la incógnita.

Se trataba de un Bell UH-1 sanitario con 5 cuerpos calcinados. Parece ser que en el trayecto desde algún punto de la selva fue alcanzado e intentó llegar hasta el campamento sin éxito porque no pudo aterrizar en condiciones muriendo todos los componentes de aquel helicóptero. 

Las ambulancias militares se desplazaban hasta el lugar de los hechos sin nada más que poder hacer por aquellos compañeros. Un olor a carne quemada y chamuscada se colaba por nuestras fosas nasales.

Es la primera vez que veo cuerpos totalmente calcinados y la imagen no es digna de ver. Me quedé muy impresionado al ver aquella imagen del helicóptero totalmente calcinado y a sus ocupantes muertos en su interior.



Ya eran cerca de las 7 de la mañana cuando teníamos que estar formados para recibir ordenes. No sabíamos realmente lo que nos harían hacer. Cameron dijo: -¿crees que entraremos en acción hoy Travis? a lo que yo contesté: -lo más seguro es que sí, no me extrañaría nada que nos mandasen a la selva.

Pero nada de lo que pensábamos ocurrió. Lo primero que tuvimos que hacer fue limpiar el barracón donde dormimos la noche anterior incluido las letrinas, baños, llenas de mierda hasta arriba. Después de eso, nosotros los novatos, los que llevábamos horas en el campamento nos tocaría fabricar otro barracón. Este si sería el nuestro. 

Un simpático teniente nos dijo textualmente: -¡Novatos, tenéis exactamente 8 horas para levantar vuestro barracón, si no lo hacéis en ese periodo de tiempo dormiréis al raso esta noche, y parece ser que lloverá!

Era hora de moverse, todo nuestro grupo estaba formado por novatos y teníamos que hacer nuestra propia casa. Había que darse prisa. Lo de salir a la selva lo dejaremos para más adelante.









viernes, 11 de octubre de 2013

Holloway

11/10/1967

Amanece en Dak Po, provincia de Gia Lai, la noche ha sido demasiada tranquila. Al final no hubo ningún incidente destacable. De los 50 hombres que nos quedamos tirados por culpa del autobús ninguno pudimos dormir. Los nervios, el sonido de alguna que otra bomba, sonidos de metralla a lo lejos y por ser la primera noche en la que estábamos desprotegidos fueron algunos de los factores que impidieron nuestro sueño. Todas nuestros temores desaparecieron cuando a las 6:45 de la mañana apareció un autobús seguido de 2 Jeeps de escolta que nos llevarían a Pleiku. 

Ahora sí, esta sería la definitiva, este nuevo autobús nos llevaría al que sería nuestra casa definitiva en Pleiku, el Campamento Holloway. Pero antes de llegar todavía nos quedaba hora y media de intensas curvas carreteras en mal estado semiasfaltadas con tierra y gravilla que hacía que el autobús no avanzara demasiado rápido.



Al llegar a Pleiku me sorprendió la cantidad de gente que iba en bici y motos, o carromatos extraños o esos enormes sombreros en forma de pico que llevan los Vietnamitas. La gente vende fruta y otros productos en la calle. A nuestro paso un grupo de niños corren a nuestra altura diciendo algo en su idioma.  Supongo que sería para que les diéramos algo. Algunos nativos se nos quedaban mirando, parece que no están muy contentos con nuestra presencia.













Salimos de Pleiku para volver de nuevo a la selva, solo interrumpida por una enorme carretera de grava en linea recta, donde al final se divisa el campamento. Un intenso ir y venir de vehículos militares nos da la bienvenida. 

Llegamos a la entrada del campamento donde tras una breve inspección de papeles por parte de la policía militar, nos dejan entrar a esta enorme base. Este campamento que ha nacido de arrebatarle a la selva su vegetación y arbolado. Los helicópteros van y vienen transportando soldados. Por fin el autobús se detiene en frente de nuestras nuevas casas.

Al bajar del autobús los soldados que llevan más tiempo se les oye decir entre risas cosas como ¡más novatos para la guerra! ¡Carne fresca! ¡lo que os espera!

Sea como sea aquí estamos, no podemos volver atrás, ahora toca mira hacia delante, pero con la incertidumbre de un futuro incierto.


viernes, 4 de octubre de 2013

Campamento Improvisado.

04/10/1967

Después de desembarcar, rápidamente nos dirigimos a los autobuses. Estos autobuses de los años 30 y 40 nos llevarían a Pleiku. Otras 3 horas más de viaje insufrible nos espera hasta llegar a nuestro destino. Eso supuestamente tendría que ser así. Pero por cosas del destino tuvimos un pequeño incidente con el autobús. Calculo que llevábamos hora y media de viaje, aproximadamente la mitad del camino. En dirección a Pleiku vamos 4 autobuses llenos de soldados. En el nuestro alguno que otro no le quedaba más remedio que ir de pie turnandose con quien amablemente le cedía su asiento.


 Por alguna extraña razón nuestro bus se alejaba poco a poco de los demás, parecía como si le costase empujar. El conductor era un Vietnamita, hablaba perfectamente nuestro idioma, ya había hecho mas viajes anteriormente. Las altas temperaturas y el estado pésimo de las carreteras era un gran obstáculo para este viejo autobús de 1947.

El Teniente Craiwer que va sentado delante, al lado del conductor se empezaba a impacientar. Le pedía explicaciones de porqué aquel autobús de mierda perdía fuerza de manera alarmante. El conductor señalaba el panel de control, parecía que la aguja de la temperatura estaba subiendo rápidamente. ¡Genial! aquel autobús moriría en breve.

Los chicos empezaron a gritar diciendo que salía humo del motor. Todos miramos hacia atrás, no se veía absolutamente nada solo una intensa niebla de humo. El autobús se detuvo en una orilla de la carretera, si a esto se le puede llamar carretera.

El jodido autobús se había calentado de forma excesiva. Perdía agua por todas partes. El teniente gritó, ¡todo el mundo abajo! El conductor vietnamita corrió hacia la parte de atrás y empezó a hablar en su idioma con las manos en la cabeza. Estaba claro que con aquel autobús no llegaríamos a Pleiku. 

Después de unos 15 minutos de conversación por la radio, en Teniente sentencia. Hasta mañana no pueden traernos otro autobús tendremos que acampar aquí. Una mirada a nuestro alrededor y solo veíamos campos de arrozales a los 2 lados de la carretera, ¿donde se supone que vamos a acampar?. 

-Bien coger vuestro equipo, iremos al final de ese arrozal, parece que hay un claro, allí acamparemos. Dijo el Teniente. Estábamos en medio de nada a unos 2 km de Dak Po. Rápidamente me subió algo por el cuerpo desde los pies hasta la nuca,una mala sensación. Recordé las trampas que podía poner el Vietcong.

Aquel Teniente me daba mala espina, era más joven que el Sargento Galizia. Parecía nervioso y algo dubitativo. Espero que tenga experiencia, si no estamos jodidos. Nos dirigimos al campo de arrozales. Uno detrás de otro. Todos novatos mirando al suelo como si se fuera abrir ante nosotros avanzabamos poco a poco. Por fin llegamos al claro sin consecuencias. A unos 500 metros se encontraba el conductor Vietnamita con su autobús. Él no quiso acompañarnos.

Apenas quedan 2 horas para que sea completamente de noche, tenemos que estar listos en un breve periodo de tiempo haciendo guardias. Cada 30 minutos el teniente hablaba con el cuerpo de mando en Pleiku. Se le oía decir que éramos un blanco fácil y que esperaba que no pasara nada esa noche. Yo también lo espero, llevamos menos de 24 horas en Vietnam y las cosas se complican. El conductor del autobús no me inspiraba gran confianza, ¿podía estar con el Vietcong? 

Esta preciosa noche de Octubre de 1967, es la primera noche que el cielo iluminado de estrellas de Vietnam nos arropa.



viernes, 27 de septiembre de 2013

Hola, Vietnam.

27/09/1967

Por fin, después de un viaje bastante angustioso, donde hemos hemos tenido que aguantar vomitos, diarreas, mareos... y donde solo se veía agua y más agua llegamos a Vietnam. Concretamente a la bahía de Qui Nhon, donde tenemos que realizar un desembarco parecido al de normandia. El clima es distinto al de Estados Unidos. Llevamos notando desde hace ya unos 6 días que hace más calor, debe ser por la humedad. Es un calor que aunque estés sentado sin hacer nada estás sudando. Es bastante molesto.

El Capitán Drew, nos reunió a todos y nos explicó que lo que haríamos en unos instantes. Básicamente se trata de desembarcar en lanchas anfibias en las playas de Qui Nhon. Somos unos 4500 soldados los que estamos aquí. Tras el desembarco nos repartiremos por las bases que hay. Yo sé que tengo que ir a Pleiku al Campamento Holloway. Bastantes soldados a los que fuimos preguntando durante estos quince días de travesía irán a Pleiku. Unos al Campamento Enari, otros irán a Da nang, otros se quedarán en Qui Nhon y Quan Trung.

Ahora mismo estoy viendo las costas de de Qui Nhon, realmente todos estamos asomados viendo este paisaje tan bonito de las playas. En cinco minutos tenemos que estar preparados para entrar en las lanchas anfibias que nos transportarán a la costa. Tenemos todo apunto, el equipo que pesa unos 40 kg va a ser un lastre bastante grande.

Empezamos a subir en las lanchas de forma ordenada. Si miro a las caras de mis compañeros veo risas, gestos de preocupación, caras de enfados, miradas que se pierden en el horizonte. Pero todos deseando empezar a trabajar. 

De pronto el sonido de un avión irrumpe en el cielo despejado de Qui Nhon. No es uno solamente, son cuatro. Todos empezamos a gritar y a aplaudir. Esto nos produjo gran satisfacción. Parecía como si nos dieran la bienvenida.

Esto es a lo que yo llamo estar como unas sardinas en lata. Todos estamos apretados en estas lanchas, suerte que en 10 minutos habremos llegado. La lancha va disminuyendo su velocidad poco a poco, señal de que estamos apunto de llegar. De repente toca tierra, las compuertas se abren poco a poco dejando al descubierto esta inmensa playa desierta, a la cabeza el Sargento Jones y detrás de él un soldado portando la bandera de Estados Unidos. ¡Que emocionante!. Estoy tocando la arena de Vietnam, no me lo creo. Las lanchas van llegando a la playa. 

Me quedé mirando a mi alrededor, era la primera vez en mi vida que veía una playa.Lo que son las cosas, para ver una playa me he tenido que ir a Vietnam.  A lo lejos dejamos el USNS General Walker, el cual después de unos días volverá a casa a recoger a más compañeros.  

Rápidamente nos dan instrucciones, tenemos que salir de la playa de inmediato. Unos autobuses nos esperan. 

Ya estoy aquí, pero todavía no soy consciente de lo que me espera.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Futuro Imperfecto.



18/09/1967

Nadie sabe lo que va a pasar mañana. Nadie sabe cierto donde estará en cuatro o cinco años. Nadie puede predecir el futuro con exactitud. El futuro no saldrá como nosotros queramos que salga. El futuro es imperfecto. 

Yo prefiero el presente, es el tiempo en el que estoy ahora. Día a día vamos fabricando nuestro presente que será el futuro de mañana.

La suerte está echada, llevamos una semana en este barco, que aunque es grande se queda pequeño. Según las informaciones que nos han dado en una semana más o menos estaremos en las costas de Quin Nhon. No tengo ni idea de en que punto del océano pacífico nos encontramos.

La moral es alta, todos estamos deseando entrar en combate. No entendemos como nuestros compañeros todavía no han aplastado a esos enanos amarillos. Espero que mi futuro en Vietnam sea rápido y limpio pero como he dicho antes nuestro futuro es imperfecto.



miércoles, 11 de septiembre de 2013

Viaje a Vietnam.

11/09/1967

La linea que separa la pena y la alegría es muy delgada. Lo mismo pasa al revés. Muchas emociones en un mismo día me han invadido. Las escasas horas que nos dejaron para estar con nuestros familiares han llegado a su fin. El reencuentro ha sido muy emotivo, sonrisas y lágrimas dibujaban mi rostro y el de mis padres y hermanos. Las despedidas siempre son difíciles pero esta en especial se hace más dura por la gravedad de mi situación. Me voy a Vietnam. La pesada sombra de la muerte estará detrás mía durante 365 días.

El trayecto desde el hotel hasta Fort Lewis lo hicimos en un inusual y extraño silencio. El autobús espera. Todos los soldados se despiden de sus familiares. Es hora de subirse. De pronto Alan me da una pequeña caja y me dice: -Travis, esto es un regalo de Austin y mio, te dará suerte, pero tienes que prometerme que no lo abrirás hasta que no estés en Vietnam. Te lo prometo- dije yo. -Suerte hijo, ten cuidado. Cuídate mucho Travis, te quiero. Estas fueron las últimas palabras de mis padres.

Cameron y yo nos subimos al autobús, las últimas miradas y gestos entre mis padres y hermanos. Mi primo en un momento determinado dijo: Travis, ni se te ocurra llorar, tienes que ser fuerte, como yo. Cameron hizo que sonriera por primera vez.  

El autobús empieza a rodar, nuestro destino el puerto de Tacoma, donde nos espera un barco que nos llevará a Qui Nhon, en Vietnam.  A nuestra llegada al puerto varios autobuses estaban descargando soldados llegados desde otros fuertes cercanos a Washington. 


-¡Vaya! menudo barco exclamó Cameron. Si, es grandísimo. Era la primera vez que veia un barco tan grande de cerca. Era el USNS General Walker. Un barco que transportará más de 4500 soldados a la guerra de Vietnam.

Por delante nos quedan 16 días de viaje hasta llegar al sudeste asiático. Nos marchamos de un país donde empiezan a no querernos para ir a un país donde seguro no nos quieren.

Va a ser un viaje entretenido. Ya lo creo.




viernes, 6 de septiembre de 2013

Saludando a la bandera.

06/09/1967 

El gran día. La ceremonia de graduación, es el último paso antes de irnos a Vietnam. ¡Como pasa el tiempo!. Estos dos meses se me han pasado rapidísimos. La noche pasada fue difícil conciliar el sueño. Los nervios me lo impidieron. En este día todo tiene que salir bien, nada puede fallar. Es nuestro día. Hace unos días pude hablar con mi madre. Me dijo que harían todo lo posible por estar ahí. Para mí es tan importante.

Aparte de ser hoy la ceremonia de graduación, es también el último día en Fort Lewis, el sitio que para bien o para mal nos ha acogido durante estos dos meses. Poco tiempo tenemos para estar con nuestros familiares. Mañana por la tarde nos tenemos que presentar otra vez en este sitio para irnos a Vietnam. Cogeremos un avión hasta Da nang y desde allí a Pleiku. Será un viaje muy largo. Estamos a horas de meternos en esta guerra por la que tanto nos hemos estado entrenando. Pero será otra historia porque lo que toca hoy es saludar a la bandera de manera especial.

Eran cerca de las cinco de la mañana cuando ya tenia los ojos abiertos como platos. El tumulto y murmullo del barracón hacía evidente que hoy no iba a ser un día normal. Se encienden las luces media hora antes de lo habitual. Comenzamos a vestirnos. Hoy estrenamos uniforme nuevo. El Sargento Galizia hace acto de aparición y a la voz de a la ¡puta carrera! nos da los buenos días. Rápidamente vaciamos todas nuestras taquillas y las metemos en nuestro petate. No tiene que quedar nada. Dejaremos este barracón vacío de momento en cinco días estará ocupado de nuevo por otros chicos como nosotros y así sucesivamente hasta que esta guerra pare.

Sentados sobre nuestros petates recién desayunados y vestidos de bonito esperamos la orden de formar para irnos a la esplanada que se encuentra como a 500 metros de nuestros barracones. El Sargento se acerca, todos de repente nos levantamos. 

-¡A formar! El Sargento se quedó unos segundos observándonos. Bien nenas, hoy es vuestro gran día. Habéis hecho un gran esfuerzo para llegar hasta aquí. Mi mayor deseo es que volváis todos a casa pero os mentiría si os dijera que todos volveréis vivos. Algunos de vosotros no lo logrará, tendréis que vivir con ello. Hay que aceptar la muerte como parte de la vida-. Todos nos miramos. 

Seguidamente continuó diciendo:-Hemos estado ensayando este día durante las 3 últimas semanas. No quiero ningún jodido fallo. Si hacéis cualquier cagada, estaréis comiendo mierda a base de bien durante un año porque gracias a mi ayuda os putearan un poco más en Vietnam y creerme va en serio capullos-.

¿Está claro?  ¡Sí, señor!

No hay vuelta atrás allá vamos.  Una gran emoción me invade. Todos los chicos alardean de como les queda el uniforme. Estamos contentos, hoy veremos a nuestras familias, novias después de dos meses sin ver a nadie del exterior. Nos dirigimos a la gran explanada. De camino intento observar si veo a mi familia pero es imposible hay mucha gente y no puedo girar la cabeza totalmente.
A nuestra llegada al punto de inicio se nos unen otros chicos que también se gradúan hoy. La banda del ejercito toca el himno de nuestra gran nación. Escuchar tu himno es muy emocionante.

Empezamos a desfilar, intento de nuevo la búsqueda de mi familia, Cameron que está detrás mio me pregunta si veo a alguien, pero la búsqueda es infructuosa. El acto está saliendo bien, ahora el General Troiyun pronunciará unas palabras.

-Hoy, es un gran día, es el día en el que estos soldados pasan a ser oficialmente Marines. Estos Marines, empezarán un nuevo ciclo que marcará sus vidas para siempre. Irán a Vietnam a combatir hoy para que Vietnam pueda vivir en paz mañana. Estados Unidos esta viviendo unos tiempos difícil, pero juntos saldremos adelante. El pueblo americano os quiere y os apoya, no estáis solos. Os deseamos de todo corazón que tengáis suerte y que volváis a casa pronto. ¡Rompan filas!-

En este momento todos corrían donde estaban sus familiares.Tras unos minutos de confusión miré y miré pero no conseguía encontrar a mi familia. De repente Cameron dijo: -¡Travis mira, ahí vienen! Sí, mis hermanos venían corriendo, detrás, mis padres. -¡Oh, Travis, hijo!. dijo mi madre. Los cinco nos juntamos en un intenso y emocionante abrazo. A mis padres se les caían las lágrimas de alegría. Cameron también estaba envuelto en un efusivo abrazo.

Hoy ha sido un día emocionante, un día que no olvidaré nunca. Quizá el mejor día de mi vida. 



martes, 3 de septiembre de 2013

Música para reflexionar.

03/09/1967

Aquí estoy debajo de un árbol, tumbado. Con un calor infrahumano que nos tuesta hasta los hígados. Nunca me imaginé que diría esto pero, ¡como echo de menos los inviernos de Utah!. Acabamos de comer. Hemos hecho el último ensayo del acto de graduación. Tenemos aproximadamente una hora de descanso. En el fuerte han tenido el detalle de ponernos música  y de la buena. Mientras suena me relajo escuchandola.


















viernes, 30 de agosto de 2013

Destino.

30/08/1967

Se acaba este verano del 67 ligado a la guerra de Vietnam y al entrenamiento básico que tenemos que realizar. El próximo 4 de Septiembre nos graduamos. Todos estamos muy nerviosos por todo lo que se nos avecina.

Al final Monrow se puede graduar con nosotros. No han tenido en cuenta el pequeño accidente que tuvo casi al principio del entrenamiento. En estas últimas semanas se ha esforzado al máximo y ha podido ponerse casi al día. Estaba preocupado un poco en alerta por si acaso se le ocurría llevar a cabo sus amenazas. Pero al final parece que ha recapacitado y no va ha hacer nada.

Nuestro destino era un secreto a voces. Corría el rumor que seríamos destinados a Pleiku, al sur de Vietnam. Está en la provincia de Gia Lai. Pleiku es un lugar estratégicamente muy importante porque es la principal terminal del suministro logístico que se extiende hacia el oeste por la carretera 19.  

Uno por uno hemos sido llamados por el Sargento Galizia. Dentro de lo malo todos incluido mis amigos y mi primo iremos al mismo sitio, el Campamento Holloway con la 4ª División de Infantería. El Campamento Holloway ya sufrió un ataque por parte del Viet-Cong en 1965. También es un lugar bastante estrategico por encontrarse con una elevación del terreno de unos 2500 pies. Está situada en las tierras altas centrales de Vietnam.

Dentro de poco llegará nuestra hora de poner en práctica todo lo que hemos podido aprender. Ahora sabemos más que ayer pero ¿será suficiente para salir vivos de esta guerra? 

Hay que ir paso a paso y lo próximo es un nuevo acto de graduación. Este año me voy a graduar dos veces una en el instituto y otra en el ejercito. Quien lo diría en Enero. Ya tenemos preparado el traje que llevaremos el próximo día 4. Espero que mi familia pueda asistir. Sé que desde Ogden a Washington hay muchas horas en coche, pero esta será la última oportunidad de vernos.







lunes, 26 de agosto de 2013

Pasando de ser chicos a medio hombres.

26/08/1967

Estamos en la recta final del entrenamiento básico. Quedan pocos días para irnos a esta temida guerra en la que no sabemos lo que nos encontraremos. Yo personalmente no me creo que vaya a ir a una guerra real como la de Vietnam. Realmente en estas ocho semanas no estamos preparados para entrar en combate. El tiempo es oro y EE.UU necesita mandar más hombres a Vietnam para terminar de una vez con este conflicto que dura ya ocho años y se ha cobrado muchas vidas. La maquina de hacer soldados no para y este año, 1967 es el que más soldados han sido enviados a Vietnam.

El verano se acaba y con él nuestro entrenamiento, quedan menos de 10 días para jurar bandera. Esta última semana y la que viene serán realmente duras. Tenemos que estar totalmente preparados. Se nos exige más y más. Los obstáculos son más grandes, las carreras más largas. El esfuerzo físico y mental es todavía mayor. 

Atrás quedan esos chicos de pueblo que vinieron obligados a un conflicto que ni les va ni les viene. Esos chicos que llorábamos por estar lejos de casa. Llorábamos de dolor, llorábamos de angustia, llorábamos de pena. Ahora es un poco diferente. Digo un poco diferente porque todavía nos quedan muchas lágrimas que derramar en un futuro.

En casa con nuestros padres estábamos cómodamente instalados, no nos faltaba de nada. Teníamos todo lo que necesitábamos. Aquí no, el ejercito es diferente. Todo te lo tienes que ganar. Hay una disciplina que seguir, unas ordenes que cumplir. En casa si a tu madre se le ocurría mandarte algo y tu no le hacías caso, no pasaba nada. Aquí no. Si no cumples con una orden podías estar dando vueltas por el cuartel hasta que al sargento le saliera de los huevos. 

¿Pero entonces para hacerse hombres hace falta ir al ejercito? No, pero esta es la época que nos ha tocado vivir. Una época en la que hemos tenido la buena o la mala suerte de tener que ir a Vietnam. De momento el tiempo que llevamos aquí nos ha servido para valorar más las cosas y pasar de ser chicos a medio hombres. Nuestra conversión total a hombres la realizaremos en Vietnam.

¡Dios mio queda tan poco para irnos! Es como si hubiéramos estado 2 meses estudiando para los 365 exámenes que tenemos por delante. 365 exámenes de la asignatura vivir o morir.








miércoles, 21 de agosto de 2013

M-1955

21/08/1967

El M-1955, el chaleco antifragmentos que estamos obligados a utilizar en Vietnam y que empieza a ser un símbolo de esta guerra. Estamos en verano y el entrenamiento básico hemos alcanzado temperaturas de 35º a 40º, hemos tenido que llevar el chaleco unas cuantas veces y es realmente molesto, pesa alrededor de unos 12 kilos. No me quiero imaginar lo que tiene que ser llevarlo en Vietnam con la temperatura y la humedad que hace. Algunos chicos, yo entre ellos al principio llevábamos el chaleco desabrochado pero más de una vez el Sargento nos advirtió que debíamos llevarlo totalmente abrochado si no queríamos morir antes de tiempo.

Este chaleco se supone que es capaz de salvarnos de la metralla, de lo que no estoy tan seguro de que nos salve del impacto directo de una bala. Tampoco lo hemos probado, lo que sí hemos hecho ha sido andar alrededor de unos 5 o 6 km con todo el equipo incluido el chaleco. Es realmente duro. Llevamos unos 10 días haciendo incapié en la necesidad de acostumbrarnos a andar con todo el equipo. 

Salimos a las tres de la tarde ha hacer el recorrido habitual. Cada día con unos kilómetros a determinar , pueden ser 5, 6, 3, 8. Según el Sargento cuanto antes nos acostumbremos mejor. Porque en Vietnam muchos días por no decir todos tendremos que hacer patrullas de reconocimiento con bastantes kilómetros por delante. 

La desidratación y la administración del agua es otro punto a tener en cuenta ya que a más peso más esfuerzo y más desidratacion. Hay que saber como beber agua.

Hay algunos chicos que son bastantes delgados y flojos físicamente, verlos cargados con todo el equipo da bastante pena. Los obesos también sufren bastante, porque tienen que mover su peso más el de todo el equipo. Yo también sufro, no me libro, pero menos que estos chicos. Este es el problema del servicio militar, que todos supuestamente valen para ir a Vietnam.


Este chaleco tiene un cinturón cosido alrededor de la parte inferior para sujetar objetos y otros equipos, tiene un departamento en el hombro derecho que está cosido para colgar el rifle. En la parte frontal del chaleco hay dos bolsillos con solapa. Está hecho de nylon y está compuesto por 23 placas antifragmentación. 



viernes, 16 de agosto de 2013

El retorno de Monrow.

16/08/1967

Hoy ha sido un duro día de entrenamiento. Son casi las siete de la tarde y tenemos lo que queda de día para nosotros. Después de toda la jornada apestando a sudor no viene mal una ducha fresquita. -Travis, ¿quieres que vayamos a la cantina a tomarnos algo antes de cenar?preguntó Cameron. -Venga, que nos lo hemos ganado-. Contesté yo. Mientras nos vestíamos mi primo y yo hablabamos de las incidencias del día. En ese preciso instante noté como una sombra detrás mía, digamos que fue intuición. Me estaba atando las cordoneras de mis botas cuando otras botas invadían de forma molesta mi espacio.

Alcé la vista, el dueño de esas botas intimidatorias era ni más ni menos que Monrow. Había vuelto de su larga travesía por la enfermería. Tenía un vendaje sobre su nariz y estaba visiblemente más delgado. Nunca ha tenido cara de buenos amigos, pero esta vez parecía que estaba especialmente molesto. Rápidamente los chicos  se percataron de la situación, sabían que había un pique importante entre nosotros. Formaron un circulo alrededor nuestro, algunos gritaban ¡pelea, pelea! 

Yo me encontraba sentado en los pies de la cama y Monrow estaba enfrente mía. Me considero educado por esa razón le pregunté que como estaba. Seguidamente Monrow, medio riéndose y con su dedo señalando su maltrecha nariz dijo: -¿que como estoy? ¿que como estoy?, mejor te haré yo una pregunta, dijo Monrow -¿a que fecha estamos Mclearn?. Estamos a día 16. Conteste yo. -¡Exacto Mclearn estamos a día 16! eso quiere decir que gracias a tu colaboración y la de tu primito, me he perdido tres semanas del ¡puto entrenamiento¡ ¿Sabes que quiere decir eso Mclearn?... Quiere decir que tendré que repetir el entrenamiento básico y tendré que estar aquí otros dos meses por vuestra jodida culpa. ¡Dos meses más en este puto infierno!

-Eso no está bien Mclearn, esta putada que tú junto a tu primito me habéis gastado no está nada bien. 

De forma irónica Monrow dijo: No me gusta la soledad, ¿sabes Mclearn?. No pienso quedarme 4 meses aquí, solo, repitiendo esta mierda mientras que vosotros en 15 días volareis a Vietnam. Me debes muchas y ya va siendo hora de que me las pagues. Yo de vosotros estaría despierto por las noches. Nunca se sabe lo que puede pasar.

-¿Nos estás amenazando Monrow? -¿Yo? no, que va. Solo estamos hablando Mclearn.

Monrow estaba realmente enfadado, estábamos en una situación difícil, él no tenía nada que perder, tenía que volver a repetir el entrenamiento. Pero a nosotros nos quedaban 15 días para irnos. 

Cualquier cosa que hiciera Monrow en contra nuestra podría retrasar 2 meses más la vuelta a casa y eso no lo podía permitir. 

 

martes, 13 de agosto de 2013

Primeros auxilios.

13/08/1967

Uno de los elementos importantes de nuestro equipo es el kit individual de primeros auxilios. Es un objeto que estamos aprendiendo a manejar cuyo contenido es básico para salvar algunas situaciones que no sean graves. De paso realizaremos un cursillo avanzado de primeros auxilios para completar la formación que nos vendrá bastante bien.

Nuestro kit individual de primeros auxilios contiene:
-Vendaje de ojos.
-Botella de yodo.
-Pastillas para purificar el agua.
-Talco para los pies.
-Pomadas.
-Vendas.
-Esparadrapo.

El curso de primeros auxilios fue bastante entretenido, practicamos con un especie de muñeco una serie de posibles casos.
La mayoría de las heridas sufridas en guerra son en las extremidades. En combate mueren muchas personas por desangramiento. En esta causa más que nada nos hemos centrado hoy.

 Lo primero que hay que hacer cuando tenemos un compañero en el suelo es protegernos ambos en la medida de lo posible en un lugar seguro y valorar su consciencia. 

Después hay que efectuar un examen físico del herido ordenado de la cabeza a los pies. Observaremos si las vías respiratorias están sin obstrucción. Hay que garantizar la respiración, si es necesario efectuaremos la respiración boca a boca.

También tendremos que garantizar la adecuada circulación de la sangre. Si hay sangrado tenemos que detenerlo mediante el uso correcto del torniquete. La compresión directa es el primer método para contrarrestar una hemorragia, si no funciona pasaríamos al torniquete. Tenemos que diferenciar las hemorragias de las arterias de las hemorragias de las venas. En la hemorragia arterial la sangra fluye a borbotones. La hemorragia venosa la sangra fluye de forma uniforme y continua. No es necesario decir cual es la más peligrosa.

Palparemos y buscaremos las alteraciones de la caja torácica, sonidos de crujidos al palpar heridas. Las fracturas de los miembros deben ser inmovilizadas, para ello buscaremos cualquier cosa rígida como una rama o una vara de metal.

Estas medidas tenderán a estabilizar al herido hasta que pueda ser evacuado.

Sargento Galizia:
-La teórica es teórica pero la práctica en combate es donde uno se examinará realmente-.