31/10/1967
El incidente que tuvimos el otro día no fue más que una advertencia de lo que nos puede pasar. Es bastante difícil mantener la calma en estos momentos. La vida pasa por delante tuya en un segundo. Ese segundo es el que marca si estás vivo o muerto.
Hace tiempo que no sé nada de mis amigos que vinieron conmigo desde Ogden. Están en otra compañía, lejos de la mía, dos días después de llegar aquí nos separaron. Quizás los mandos, no sepan que Cameron y yo somos familia, pero de momento no nos han separado. La verdad es que desde que llegamos al campamento no hemos parado. Todavía no hemos tenido ningún día libre, y parece ser que eso tardará en llegar.
En esta ocasión tenemos otra nueva misión que es la de buscar al Vietcong donde quiera que se encuentre. Y para ello nos reunieron en la explanada, cerca de donde se encuentran los helicópteros para explicarnos en que consiste la misión de hoy.
Parece ser que como la vez anterior hay actividad del Vietcong en poblados. Se esconden entre los campesinos. Incluso los propios miembros del movimiento Vietcong obligan a estos campesinos a ser alistados bajo amenazas y torturas.
Pero mi pregunta es ¿como vamos a diferenciar los campesinos del Vietcong? La respuesta es interrogar y observar. Por una parte estos campesinos tienen al Vietcong detrás amenazando y a nosotros los Americanos interrogando. Muchas veces confundir a un campesino por un Vietcong es algo habitual.
Los helicópteros están preparados para partir, todos estamos dispuestos. Nuestro nuevo destino es Chu dang ya. El viaje fue corto apenas duró 15 minutos. Mientras sobrevolábamos la provincia de Gia lay no hubo actividad hostil. El descenso lo hicimos sin problemas. Al aterrizar un grupo de 20 marines entre ellos yo, nos dirigimos hasta Chu dang ya. Al salir de la espesa maleza había un camino de tierra y como a 1 km se veía el pueblo. 10 marines por una lado de la carretera y otros 10 por el otro, en fila. Chu dang ya, había sido reconocido hacía 6 meses y no se encontró actividad enemiga.
Al llevar como unos 10 minutos andando, de lejos vimos como se acercaba corriendo una mujer aproximadamente de unos 20 o 25 años. Parecía gritar algo y a la vez estaba llorando. Todos nos pusimos en alerta, nunca se sabe lo que puede pasar. El teniente Brastow gritó a la chica que se parase. Aquella chica no tenía la intención de parar, gritaba y lloraba. No entendía nuestro idioma. Esta situación tenía mala pinta podía transportar una granada o algún explosivo.
A primera vista parecía que no transportaba nada. La orden del Teniente Brastow fue la de apuntar a la chica con la intención de que se parara. No se paraba, todos le decíamos que se detuviese pero no entendía nada. De pronto el Teniente disparó su rifle dándole de lleno en la cabeza. La chica cayó desplomada al suelo."No he tenido más remedio, vosotros lo habéis visto no? no he tenido más remedio" decía Brastow mientras se acercaba al cuerpo sin vida de aquella chica.
Al acercarnos a ella comprobamos que no llevaba ningún explosivo, sólo era una simple campesina. Después de 10 minutos, cogimos el cuerpo de aquella chica y lo tiramos al río. Aquella imagen del cadáver de la chica vajando por el río me impactó. Los chicos que estaban junto a mi menos Cameron y De Rico que éramos los novatos, se habían acostumbrado peligrosamente a estos tipos de ejecución.
Se hacía rara la situación y muchas dudas nos asaltaban. ¿Por qué corría hacia nosotros esa chica? ¿Que trataba de decirnos? Las respuestas las encontraremos
ahí adelante, en Chu dang ya.
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