14/06/1967
Es de noche, llueve mucho, estoy de guardia. Sólo me puedo proteger de la lluvia con un mísero poncho. A mi lado compartiendo esta estupenda noche mi amigo Darius, de Milwaukee (Wisconsin) y nuestro también, amigo perruno Bo. Bo es un pastor alemán de 4 años. Su misión, detectar cualquier cosa sospechosa que se mueva por esta hinospita selva, sobre todo vietcong.
Hoy nos ha tocado patrullar por los alrededores de la base, Bo se encuentra especialmente nervioso, ha comenzado a ladrar enérgicamente señalando un punto en el horizonte. Darius y yo intentamos ver a que estaba ladrando nuestro querido amigo perruno.
-¿A que cojones estará ladrando? preguntó Darius.
-Cualquiera sabe, pero no pienso adentrarme en esta jodida selva a oscuras, dije yo.
Cada vez llovía más y más, no se veía nada a 3 metros de distancia. Faltaban 15 minutos para acabar nuestra ronda de reconocimiento.
Me paré a intentar encenderme un cigarro, con esta lluvia era imposible. Al final lo conseguí, le ofrecí una calada a mi compañero. Darius dijo: -Sujeta un momento al perro. En ese preciso momento al intentar darme la correa que sujetaba a Bo, nuestro amigo perruno, salió disparadado hacía oscuridad de la noche.
-¡Me cago en la puta! exclamé yo. ¡Como no recuperemos al perro estamos jodidos! Darius reaccionó, salió corriendo y detrás yo.
Nos alejábamos del perímetro de la base, estábamos en peligro.
De repente escuché un disparo y seguidamente el chillido de Bo.
Tuve la mala suerte de resvalar y caer. Desde el suelo ví como Darius se alejaba. Entonces empezaron los intercambios de fuego.
¡Nos estaban atacando! escuché mas chillidos, supongo que eran de Darius.
Empecé a disparar desde el suelo a todo lo que podía ver.
Bajo una intensa lluvia me reincorporé, no veía nada, todo volvió a la calma, observe a mi alrededor. Me dí la vuelta y recibí un impacto en el hombro, segundos después otro impacto me dió en el muslo. Caí en el suelo mojado de Pleiku (Vietnam). Notaba mucho calor...perdía el conocimiento. ¿Había llegado mi hora?
Dios¡¡¡ me levante de la cama jadeando y sudoroso. Ha sido una pesadilla. Sí, una pesadilla.
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