03/07/1967
Y llegó el día, al fin, hoy es 3 de julio. Anoche fue momento de despedidas de familiares y amigos entre lágrimas y risas. Nos vamos con la esperanza de volver sanos y salvos. Esta mañana teníamos una cita a las 7 en punto de la mañana en el centro de reclutamiento. Casi no he podido dormir esta noche. No podía estaba demasiado nervioso.
Mis padres y hermanos me han acompañado hasta el centro de reclutamiento. Casi llegando, de lejos, ya se veía una multitud de gente apostada frente al centro. Muchos chicos, están en la misma situación que yo. Mi primo Cameron y mis tíos llegaron seguidamente. -Bueno Cameron, pues ya estamos aquí, parecía que no iba a llegar el día. Dije yo. -Si, yo hace tiempo que estaba dispuesto, añadió Cameron.
Habían muchos chicos conocidos, entre ellos Alex Monrow, no lo veía desde el altercado del otro día. Esta mañana se me ha quedado mirando con cara desafiante, pero yo no le dí importancia. A la que si seguí viendo después fue a Sally, fuimos a dar un paseo y hablar de lo sucedido. Aunque empezaba ha haber algo entre nosotros, no ha podido ser por falta de tiempo, lástima que me tenga que ir. De momento sólo somos amigos, dudo que cuando venga siga soltera. Por lo menos me llevo un recuerdo de ella grabado en mi cuerpo, mis morados, sobre todo el del ojo, que aunque ha mejorado bastante, todavía lo tengo inflamado.
Faltan pocos minutos para llegar a las 7 de la mañana a mi primo y a mi se nos unieron Brian, Bill y Fred. Ya estábamos todos los de nuestro grupo, ahora solo faltaba que nos dejaran juntos.
Eramos mas o menos unos 200 chicos esperando para subirnos a nuestros destinos. Para tal cantidad de personas habían 4 autobuses. Era el momento de irnos todos teníamos las famosas cartillas militares, nos despedimos efusivamente de nuestras familias. Hicimos una cola para subir, en la puerta del autobús nos esperaba un oficial controlándolo todo. Nos pusimos en la fila y poco a poco íbamos subiendo con tristeza al autobús.
Unos a otros nos animábamos, pasó un corto periodo de tiempo y ya todos estábamos en el bus. Se cerraron las puertas y el oficial se puso al principio del autobús y nos indicó que íbamos a realizar el entrenamiento básico en Fort Lewis (Washington).
Nos dirigíamos a Washington a más de 15 horas en autobús, ¡vaya!, eso si que era un fastidio. Se rumoreaba que íbamos a realizar el entrenamiento básico en Fort Carson (Colorado), más cerca de casa, pero en Washington es imposible volver.
El autobús cerró sus puertas arrancó y poco a poco se puso en marcha, miré por la ventana entristecido y saludando con las manos a mis padres y hermanos, Cameron hizo lo propio con los suyos. De pronto entre la multitud, estaba Sally que aunque tarde había venido a despedirse. Emprendemos nuestro particular viaje hacía Washington.
Mirando por la ventana estoy viendo pasar las últimas calles de mi Ogden querido, ¡te echaré de menos!. Nos vemos en Fort Lewis.
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