Desde hace unos meses atrás, a todas horas, en la televisión, en la radio, de lo único que se habla es de la guerra en la que está metida Estados Unidos, parece que se está recrudeciendo.
Esta mañana como otro día normal, estábamos en clase. Empezamos hacer un examen de ciencias cuando de repente, suenan los altavoces del instituto, era el director Roberts, decía que nos presentáramos en el gimnasio urgentemente. ¡Bien, nos libramos del examen!, dije.
Al entrar en el gimnasio, todo era expectación estaban todos los profesores, el director, y al lado 4 reclutadores del ejército.
Nos dijeron que Estados Unidos estaba en guerra y necesitaban nuestra ayuda para derrotar a los comunistas de Vietnam del Norte.
Después de un breve discurso dijeron: "Tenéis la obligación de alistaros, estáis en vuestro derecho defender al país". Hubo un intenso murmullo, y muchos chicos lo tenían claro, querían ir. Yo, la verdad, no sabía que pensar, por un lado quería servir a mi país, pero por otro lado era una jodida guerra, que desde que empezó el conflicto, habían muerto 16000 personas.
Ahora la guerra llamaba a mi puerta.
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