13/03/1968
Ha sido duro, todos estos días han sido de lo peor de mi vida. Sin duda perder a un miembro de la familia es difícil, más todavía en guerra. En esta guerra que todos nos empezamos a replantear. ¿Por qué tienen que morir chicos de 20 años? ¿por qué ha muerto mi primo? ¿quizá para que el pueblo de Vietnam del sur sea libre? es un alto precio.
El comandante Thomas tuvo un detalle y dejó que llamara a casa para tranquilizar a mis padres. Pude hablar con ellos y transmitirles que estaba bien, que por ahora había tomado la decisión de no volver a casa. La tranquilidad de mis padres pudo ser un poco mas reconfortante al saber que su hijo no había muerto todavía. Pero a la vez se abría otra herida con la que habrá que vivir el resto de nuestros días. La muerte de Cameron.
Mis tíos como es de suponer están totalmente destrozados por la muerte de su único hijo. Cameron mi primo, mi amigo. El chico con el que había crecido, con el que había compartido miles y miles de anécdotas ya no está. Para mí es un héroe, ha luchado por lo que él creía que era justo. Salvar a esta gente del comunismo.
A estas horas ya debe de haber llegado el féretro con los restos mortales a Odgen, donde mañana recibirá sepultura, junto a otros 6 chicos, también conocidos mios. La conversación con mis padres ha sido corta apenas 3 minutos, lo suficiente para despedirme de ellos hasta seguramente agosto. Digo seguramente porque estoy convencido de que saldré vivo de esta puta guerra. Esos enanos amarillos no acabarán conmigo.
En cuanto a mí... bueno digamos que ahí voy. Me cuesta mucho dormir por las noches, apenas descanso. Una de estas noches que no podía dormir, salí a las puertas del barracón. Un chico se me acercó a mí y me dijo que si quería un cigarro. Yo lo rechazé, pero el chico me dijo que no era un cigarro norma, si no que era marihuana. -Esto es bueno tío, te deja totalmente relajado no te enteras de nada además es natural. Es mejor que los pitillos.
Dudé un poco... la verdad es que hace muchas noches que no puedo dormir bien, las pastillas que me recetó el medico para el insomnio no valen para una puta mierda. Necesito algo más fuerte. Aquel chico me lió el cigarro y le pegué una calada, después otra y otra....
Yo nunca había fumado ni siquiera tabaco, pero coño, como pegaba, a los 10 minutos estaba totalmente ido. Pude llegar a la cama a duras penas. Me acosté y todo me daba vueltas. A la mañana siguiente me levante bastante mejor. Aquella noche fue la primera vez que fumé maría.
Ahora la necesito para dormir, puede que sea una adición pero es lo único que me calma.